Después de una larga deliberación, el Jurado del IX Concurso de Microrrelatos y Fotografías “Sueña, Madrid, la noche es nuestra”, ya tiene el fallo. Ha sido un certamen muy reñido por el elevado número de participantes – un total de 577 microrrelatos y fotos – y la gran calidad de los trabajos presentados.

“El búho felino: ¡Viva la línea N-Miau!”, firmado por Susann Mayer, ha logrado el primer premio del Jurado en la modalidad de microrrelatos. Es la primera vez que un extranjero gana este certamen en esta categoría, así que enhorabuena a la autora alemana residente en Madrid y a sus simpáticos mininos tan chulos y castizos.

En la modalidad de fotografía, Marcos García se ha llevado los mayores aplausos tanto del Jurado de EMT como el de los fans de Instagram con sus instantáneas tituladas “Criaturas de la noche” y “Fábula nº 7: la diosa, los leones y el búho”, respectivamente. Marcos ha apostado por el blanco y negro para su foto ganadora a criterio del Jurado y el teleobjetivo ha sido su aliado.

El segundo premio de microrrelato ha ido a recaer en el título “Benditos tacones”, de Teresa Cabezas. Enhorabuena por ese mosaico de recuerdos lejanos, sensaciones, imágenes y experiencias, algunos de ellos prestados.

Por su parte, el microrrelato titulado “No dejes para mañana…”, de Mariano Fernández, ha sido el más votado por los seguidores de Facebook.

Los miembros del Jurado de EMT quieren trasmitiros a todos sus agradecimientos por la gran acogida que ha tenido esta novena edición.

Primer premio del jurado:

‘El búho felino: ¡Viva la línea N-Miau!’ de Susann Mayer.

—Próxima estación «Bacallao» —exclamó el conductor Michi con sus bigotes canosos—: ¿Abono cachorro, familia felina numerosa, gato madrileño de tercera generación o ticket turista? ¡Una sardina!

Michi guarda el pescadito en la caja de su gatobúho, recoge la rampa y arranca el ronroneo del motor.

—La noche es nuestra —maúllan los jóvenes atigrados, más chulos que un ocho, que se han colado por la puerta de atrás con el rabo fuera de la ventana.

      Al atardecer, se despierta la visión de las criaturas felinas con sus ojos brillantes y pupilas verticales: ¡Tapetum Lucidum! Anualmente, millones de mininos madrileños suben después de su gatopuntura en «Mon Claw» a la línea N-Miau y se bajan en «Lavapatas» para un baño nocturno a lengua. Se paran para un tentempié en la ratonera de «Delicias» y siguen hambrientos hasta la nueva parada final «A Cazar».

      De madrugada en la cochera, el señor Michi da la última vuelta a chequear el autobús percibiendo un sutil ronquido en la última fila:

—¡Aquí huele a gato encerrado y hierba gatuna!

El joven chulapo atigrado se despierta y se sobresalta.

—Ay, me quería bajar en «La Gatina».

—¡No me hagas el gatopardo!

EMT = Espabilado Minino Transporte

Segundo premio del jurado:

‘Benditos tacones’ de Teresa Cabezas.

No debí salir de mi casa para ir a la suya. Debí quedarme en la cama arropada por mis errores; tan cálidos, tan íntimos, tan míos, tan exasperantes.

No debí creer que algo iba a cambiar, pero una vez más el menú fueron celos con vino blanco y postre de reproches helados. Sabor a almendras amargas en la boca y lágrimas en los ojos.

No hizo falta tocarnos para saber que nada era posible. Cogí el bolso y mi abrigo rojo y, con un imperceptible “será mejor que me vaya”, salí y cerré la puerta con cuidado.

En la calle hace frío y me molestan los zapatos. En una película caminaría sin rumbo por las calles, pero en la vida real me matan los pies y cada paso llena de dolor mi vacío. Casi bendigo los tacones que me recuerdan que estoy viva.

Me arrastro hasta Recoletos. Junto a la Casa de América, mi destino más próximo: el N1 me lleva al te-lo-dije de mi familia, el N24 al abrazo de la soledad de mi casa. Meto la mano en el bolsillo, acaricio el abono con los dedos y dudo unos instantes.

Elijo la cola más corta.

Premio votación del público:

‘No dejes para mañana…’ de Mariano Fernández.

Recorro su piel sin prisa, saboreando cada palmo, cada lunar, como si fuera el colono de una tierra extraña. Siento el temblor, la emoción de la primera vez, la ternura. Acompaso su cadencia con lentitud hasta alcanzar el clímax, mientras creo escuchar cómo él pronuncia una extraña frase junto a mi oído: “Por favor, ¿me dejas salir?”.

Al despertar puedo ver su franca sonrisa, el gesto afable del muchacho pelirrojo que a menudo se sienta a mi lado en el N2, el bus nocturno que va de la plaza de Cibeles a Valdebebas.

Aparto mis piernas con cuidado para dejarle pasar, ruborizada, muerta de vergüenza por el hecho de haber soñado con el muchacho justo a su lado. Y para colmo, me he pasado de parada, por lo que tengo que bajarme y esperar al “búho” de vuelta para retroceder hasta López de Hoyos.

“Mañana me lanzo y hablo con él”, me prometí de nuevo, pero resulta que nunca más lo volvería a ver.

Premio fotografía por votación popular:

‘Fábula nº7: La diosa, los leones y el búho’ de Marcos García.

Premio fotografía del jurado:

‘Criaturas de la noche’ de Marcos García.