Con la creación de la empresa en 1947, y por herencia de la antigua Sociedad Madrileña de Tranvías, EMT comenzó a prestar servicio con autobuses azules, de un tono oscuro cercano al azul marino.

En los años 60 vimos circular, junto a nuestros buses azules, el rojo y gris de los microbuses Barreiros 2900, renovados por el amarillo de los Pegaso-Sava 5720 tras la absorción de las líneas de microbuses por parte de EMT.

En la década de los 70, la compra de vehículos más modernos también trajo un nuevo color a EMT: el rojo. Así, y de forma paulatina, la flota se fue tiñendo de este nuevo color corporativo con la llegada de los nuevos modelos, culminando su transformación en 1986. El amarillo permaneció para la línea al aeropuerto, las periféricas o las exprés de la época, quedando así diferenciados del resto de líneas ordinarias.

La llegada de los primeros buses de gas natural a principios de los 90 comenzó a introducir el azul celeste, como reflejo de su ecológico combustible. Y si viste un autobús de color morado prestando servicio por Madrid se trataba del Mercedes City Cell Citaro, un modelo propulsado con hidrógeno pionero en España.

En el año 2007, además de la celebración de nuestro 60 aniversario, la flota de EMT regresó al azul, pero no a aquel tono que utilizara en sus inicios. El azul elegido fue el Pantone 286C, más suave, en consonancia con el color institucional del Ayuntamiento de Madrid y también como reflejo del propósito de la empresa de conseguir una flota más ecológica. Este cambio de color también sirvió para homogeneizar toda la flota, conseguido gradualmente 7 años después, al dejar de prestar servicio el último de nuestros autobuses rojos.

Actualmente, excepto la línea Exprés Aeropuerto que se sigue distinguiendo con el color amarillo, todas nuestras líneas lucen el color azul, el azul de EMT.