El 12 de noviembre de 1947 nació EMT, la Empresa Municipal de Transportes de Madrid.

Durante estos 76 años hemos sido protagonistas de la evolución del transporte público de superficie en Madrid, conectando la ciudad cada vez de forma más sostenible, innovadora y accesible.

El fin del diésel, alcanzado el pasado año, ha marcado un hito en la sostenibilidad de EMT y su conquista hacia la descarbonización. La electricidad, fundamental en nuestros inicios para mover tranvías y trolebuses, se sitúa hoy en día como un elemento esencial por la creciente electrificación de nuestras líneas y por las diversas electrolineras puestas en marcha, como el hub de Canalejas o el futuro proyecto de nuestro centro de operaciones de La Elipa.

¿Quién iba a decir que, 30 años después de aquellos experimentos pioneros con gas natural, este combustible sería ahora el motor de la gran mayoría de nuestra flota? ¿Quién diría que el hidrógeno verde será en breve una realidad para hacer circular autobuses por nuestra ciudad?

La innovación tecnológica, con su desarrollo meteórico, es otro de los elementos que han pasado de posible a imprescindible: para la fabricación de nuevos modelos, para la comunicación con el usuario o para crear nuevos métodos de pago más sencillos y rápidos.

Desde aquellos comienzos en blanco y negro, EMT ha crecido hasta convertirse en una empresa multimodal, acogiendo bajo su gestión elementos importantes para la movilidad en Madrid como los aparcamientos, la grúa municipal, el teleférico o una bicimad pública que ya es una realidad en los 21 distritos de Madrid.

La accesibilidad es otro de los valores clave para EMT. Desde la aparición del piso bajo en aquellos primeros modelos de autobús de la década de los 90, con el apoyo de nuevas tecnologías se han dado grandes pasos tanto en el interior del bus como fuera de él, en paradas o a través de aplicaciones, que nos ayudan a ir creciendo día a día para que el transporte público sea universal y accesible para todos los usuarios.

Son ya más de tres cuartos de siglo conectando cada rincón de Madrid, a sus habitantes y a sus visitantes, compartiendo su día a día y los millones de historias que rodean todos esos desplazamientos. Es, sin duda, un enorme privilegio.