Hay quien piensa que por mucho que se visite Madrid, siempre quedará un rincón capaz de sorprender por su belleza, por su historia, por la paz que rezuma, por su encanto en definitiva. Uno de estos lugares es sin duda el Parque del Capricho, http://bit.ly/9knlb7 situado en la Alameda de Osuna.

Hasta allí se llega a bordo de las líneas 101, 105, y 151 de autobús. Podríamos describir multitud de características de este parque de 14 hectáreas y sin duda lo haremos a continuación, pero no sin antes asegurar que siempre dejaremos espacio a tu sorpresa.

Si por algo se define este magnífico enclave es sin duda por tratarse de un parque con historia. Fue encargado por la Duquesa de Osuna en el año 1787  y tiene influencia inglesa, francesa e italiana considerándose el jardín del romanticismo por excelencia de Madrid, tal y como reflejan su ermita, su laberinto de arbustos, el palacete que hacía antaño las veces de residencia de verano, o el salón de baile, aparte del encantador estanque con cascada.

Dejaremos al visitante ampliar multitud de datos históricos y curiosidades que podrá ir leyendo a lo largo del paseo, en los carteles habilitados por doquier. Nosotros, daremos ahora unos consejos para facilitar el encuentro con este incomparable lugar, que es de lo que ahora se trata.

En primer lugar, en verano, aconsejamos ir con el debido tiempo, ya que puede ser frecuente encontrarse con las denominadas Tardes del Capricho; danza, conciertos, teatro, mimos. Es sorprendente la calidad de las personas dedicadas a amenizar la visita. Eso sí, de abril a septiembre, el parque, al que no se puede entrar con bicicletas (se dejan fuera debidamente custodiadas), sólo se puede acceder los sábados, domingos y festivos, requisito indispensable para el cuidado de jardines y árboles centenarios. Esperamos que descubras uno de tus lugares, nosotros te llevamos, el resto seguro que te encanta.