Así ha sido la evolución del acceso a los autobuses de EMT para lograr la plena accesibilidad
Hasta hace relativamente pocos años, los autobuses disponían de varios escalones para ascender o descender, lo que limitaba y dificultaba el acceso a parte de la población. La llegada a la plena accesibilidad de nuestros días se ha construido gracias a la constante evolución de dichos accesos, algo que es fácilmente reconocible si nos fijamos en los autobuses de nuestro Museo EMT.
En los modelos de los años 50 y 60 eran habituales los dos escalones, además del propio piso del autobús. Nuestros autobuses de 2 pisos como el Leyland o el Guy o los primeros Pegaso así lo reflejan.
Entrando ya en la década de los 70 y 80 se observa una pequeña evolución hacia una mejor accesibilidad al rebajar esos escalones de acceso a tan solo 1. Los 6050, con su revolucionaria posición del motor, fueron los primeros en traerlos de serie, algo que se extendería a los demás modelos Pegaso de la época.
Pero fueron los 90 los que marcarían una revolución en la accesibilidad y cuyas innovaciones, con sus evoluciones técnicas, han perdurado hasta hoy.
El primer prototipo de Piso Bajo testado en EMT llegó en 1993 y fue un MAN NL202. Supuso todo un hito en nuestra historia al rebajar notablemente el nivel del piso sobre la acera, permitiendo un mejor acceso a todo tipo de usuarios. Las innovaciones técnicas y mecánicas que experimentaron en esa época los autobuses permitieron situar el motor en la parte trasera y no en el centro de chasis. De este modo, se redujo su altura, posibilitando eliminar los escalones.
Otro avance importante lo trajeron los DAF SB220 en su último lote de 1997. Venían de serie con un sistema llamado ‘kneeling’ (arrodillamiento), que acercaba el piso de la puerta de acceso del bus casi a ras de acera, aunque en aquel momento lo hacía de forma frontal, de ahí el nombre de ‘arrodillamiento’ al parecer que hacían una reverencia. Hoy en día todos nuestros autobuses cuentan con este sistema pero de forma lateral, siendo mucho más práctico tanto para subir como para bajar.
El piso bajo continuo llegó en el año 1998. Se denominó así por no existir ningún escalón en ninguna zona de estancia de pie ni de circulación, ni en zonas de acceso o descenso. El modelo Iveco Cityclass fue el primer bus de piso bajo continuo que se incorporó a nuestra flota.
Y así hemos llegado hasta nuestros días, en los que toda la flota de autobuses de EMT es accesible, de piso bajo y con rampa para acceso con sillas de ruedas, contando con el sistema de arrodillamiento o inclinación para facilitar el acceso a personas con movilidad reducida, incluidas las personas que usan andadores para desplazarse.
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