Hace tiempo, Miguel Taravillo, aficionado a fabricar maquetas de gran tamaño, contactó con la Asociación de Amigos de EMT y el Autobús (AEMTBUS) para hacerles una propuesta muy tentadora: construir una maqueta a escala 1:9 del autobús Pegaso 5022, el autobús de su infancia.

Pese a contar con más de 40 vehículos históricos en su haber, además de una cantidad ingente de material que nos lleva a viajar en el tiempo a lo largo de los 75 años de vida de nuestra empresa, el Museo de EMT no ha podido localizar ningún Pegaso 5022 en estado de buena conservación o susceptible de ser restaurado. Desguaces, coleccionistas públicos y privados, ferias de vehículos clásicos, foros de expertos e incluso empresas que compraron estos vehículos de segunda mano. La búsqueda por parte de Patrimonio Histórico de EMT se ha extendido a lo largo y ancho de nuestro país, e incluso fuera de él, sin ningún resultado hasta el momento.  Por eso, en cuanto surgió la opción de cesión de esta maqueta, no se dudó.

El proceso de construcción fue similar al de la propia fabricación del autobús: primero el chasis por un lado; la carrocería, por otro; el interior, por otro, y los restantes detalles posteriormente. En esta maqueta todo está hecho a mano y artesanalmente. Todos los detalles, hasta los más nimios (por ejemplo, la palanca de cambios, el cable del timbre, el salpicadero, el puesto del cobrador con la máquina de expender billetes y las bombillas), han sido fabricados por las manos de Miguel.

Lo más meritorio es que Miguel afrontó este proyecto sin tener la referencia de un Pegaso 5022 real porque, como contamos antes, no queda ninguno original en nuestro país. Para hacer la maqueta, las únicas referencias posibles fueron viejas fotografías en blanco y negro y algunos fotogramas de películas y documentales de los años 1960 y 1970. En este aspecto, Miguel también ha hecho una ingente tarea de documentación e investigación para obtener referencias fotográficas y audiovisuales suficientes para hacer una maqueta absolutamente fidedigna. Incluso la publicidad que luce esta reproducción del 5022 está diseñada a mano con máxima fidelidad a la original.

Y así, tras 900 horas de trabajo invertidas (y mucha paciencia), con metacrilato, pintura y pegamento, este ambicioso proyecto se hizo realidad.

La maqueta, cuyos materiales fueron costeados por la AEMTBUS, ha sido cedida al Museo EMT para que sus visitantes puedan acercarse a cómo fue este modelo de autobús, el más numeroso que ha existido en la flota de EMT, todo un emblema de la ciudad de Madrid.

Miguel, por cierto, realizó todo este trabajo de forma absolutamente desinteresada.