Es curioso que siempre que vemos llegar un autobús a la parada, nos percatamos de lo limpio que se encuentra exteriormente y que cuando accedemos al interior, rara vez nos encontramos basura por el suelo a excepción de algún billete sin validez, algún metrobús cancelado que ya no tenga viajes disponibles, y en algún caso hasta latas de refrescos vacías. La limpieza interior y exterior de nuestros autobuses nos importa mucho.

Para que esta imagen llegue hasta vosotros es necesario una labor diaria de limpieza que se realiza cada vez que el autobús encierra al finalizar la jornada en el Centro de Operaciones al que pertenece, por eso, y antes de pasar por el túnel de lavado, el conductor detiene el vehículo en el surtidor de combustible y mientras se reposta, dos operarios entran tanto por la puerta trasera como por la delantera para aspirar o retirar toda la suciedad que se encuentra en el interior del autobús. Una vez finalizado el repostaje el conductor procede a pasar por los “rodillos” poniendo especial atención para lograr la correcta limpieza de la parte trasera del autobús, que es la parte del vehículo donde se acumula mayor suciedad durante el día.

El paso de los coches por el túnel de lavado debe hacerse a una velocidad constante e inferior a cinco kilómetros por hora (paso de peatón) y sin detenerse. El correcto funcionamiento del sistema depende de que el autobús pase a esta velocidad reducida, lo que permite que los rodillos de limpieza de las traseras puedan aproximarse y apoyarse progresivamente en el vehículo, y limpiar avanzando simultáneamente con el paso del autobús. En este sentido, el vehículo no ha de salir del túnel hasta que la trasera haya sido completamente limpiada por los rodillos.

Hay que considerar que cada vez que se pasa un autobús por el túnel de lavado, se gastan apenas 120 litros de agua, de los cuales se pueden reciclar el 50 porciento permitiendo, con el uso adecuado de los túneles de lavado, un mayor ahorro de agua y energía.

Además de la limpieza diaria se hace una mensual más exhaustiva, realizando las adicionales que fueran necesarias a demanda de las circunstancias. Pero el secreto, lo tienes tú y por ello te damos las gracias.