Ramón Martín, conductor de EMT y exconcursante de MasterChef nos cuenta en una entrevista lo que ha significado para él su experiencia ante las cámaras de televisión. Las dos grandes pasiones que le gustaría compatibilizar desde ahora: el volante y la cocina.

¿Desde cuándo eres conductor de EMT?

Desde Julio de 2004, aunque estuve un tiempo de formación antes de la fecha de comienzo de contrato. Coincide con el nacimiento de mi hijo mayor, ¡casualidades de la vida!

¿Cómo y por qué te decides a participar en MasterChef?

Sigo el programa desde que vi la primera edición por la televisión y me dije: “¿por qué no?” Pero como todos sabéis, me ha costado entrar seis años. ¿El porqué de mi insistencia? Porque desde entonces he seguido formándome, bien en talleres, programas, en las redes sociales, amigos, etc…y debido a mi “cabezonería” no podía dejar de intentarlo.

¿Cómo se siente uno al saber que te han elegido entre muchos aspirantes en toda España?

Imagino que te refieres a la entrega del delantal, donde ya te comunican que eres uno de los 15 elegidos. Pues no sé muy bien si voy a poder describir la sensación con palabras. Es el premio a un sueño, premio a la tenacidad, a la constancia. Sientes mucha felicidad, la sensación de que quizás esto pueda ser una oportunidad de que a tu familia no le falte de nada… en fin, una maravillosa sensación.

¿Por qué razones crees que te eligieron para concursar tras las pruebas preliminares?

Creo que fueron: primero, los platos presentados (claro); segundo, mis conocimientos culinarios sobre elaboración, composición, técnicas y emplatado; y tercero, que soy un tío extrovertido y un poco cómico.

¿Qué ha significado para ti personalmente pasar por MasterChef y qué has aprendido?

Me ha  ratificado en esta pasión, ha hecho que tenga más ganas de aprender, de enseñar, de ayudar mediante la cocina, en fin, de que esta pasión forme parte de mi vida y la de los míos. Me ha enseñado que con ilusión y ganas todo es posible, que tienes que perseguir tus sueños, que la constancia tiene su premio.

¿Volverías a presentarte?

Sí y no, porque lo más duro de MasterChef para mí ha sido separarme de mi familia, es el lado negativo, pero sí repetiría porque sé que esta vez sería el ganador. (Risas)

¿Qué resulta más difícil: conducir con un tráfico horrible un día de lluvia a hora punta o elaborar un plato muy sofisticado en tiempo récord delante de una cámara?

Lo segundo. Creo que es porque conduciendo en condiciones peores a las que me preguntas llevo ya 21 años y cocinando bajo presión solo desde que entré en MasterChef.

¿Te has sentido decepcionado con tu eliminación?

En cierto modo sí, pero más bien el sentimiento es de rabia, de impotencia y si hay decepción es por mí, ya que creo que mi nivel en la cocina es superior al de algunos de mis compañeros.

A partir de ahora, ¿te gustaría dedicarte profesionalmente a la cocina o prefieres seguir al volante de un autobús de EMT?

Me encantaría dedicarme a la cocina y creo que así va a ser, pero también desde pequeñito he tenido otra pasión – los camiones y los autobuses – y no voy a dejar de conducir. Por esta razón, tengo proyectos que me permiten compatibilizar ambas pasiones y hacerlo con la mayor profesionalidad posible.