Estos son dos de los 10 microrrelatos que el jurado ha elegido en la primera semana de participación en el concurso de “40 años 40 historias”:

AÚN POR ESCRIBIR

A las doce y media, como todas las noches, cerró el bar y se despidió de su jefe. Cansado, con la mente en blanco, caminó hasta Cibeles y, como todas las noches, esperó el autobús junto a otras personas en las que no reparó. Cuando llegó el N20, que le llevaría hasta Peñagrande, subió el primero para que nadie le quitara su asiento favorito, apoyó la cabeza contra la ventanilla y cerró los ojos. Cuando despertó el autobús estaba vacío. Entonces vio un pequeño libro que alguien olvidó en el asiento de al lado. Se titulaba “Futuro”. Lo cogió y leyó la contraportada: “Este libro narra la historia de Fermín, un joven que nació y vivió en Madrid”. Le hizo gracia que el protagonista se llamara como él y lo escueto del argumento. Se había despejado, por eso comenzó a leer. A la tercera página sospechó que aquel libro hablaba de él. Lo confirmó leyendo páginas sueltas, era su vida, y le pareció muy triste. Fue hasta el final, a la última frase, decía: “A las doce y media, como todas las noches, Fermín cerró el bar y se despidió de su jefe”. Y luego nada, solo páginas en blanco.

AVES NOCTURNAS

Son las cinco de la mañana y un gran Fénix desde lo alto vigila la llegada de decenas de aves nocturnas que llegan, se recogen y buscan el camino de regreso a su hogar. Las hay de todas clases, desde elegantes búhos reales que se pasean con la cabeza en alto, a discretas lechuzas que quieren pasar inadvertidas. Algunas asustadas, otras esperando volver al nido para descansar. Otras, en cambio, aprovechan hasta el último instante para pavonearse mostrando sus coloridas plumas. Grupos grandes, parejas eternas o aves solitarias. Vienen de diferentes caminos y desde todas direcciones para llegar al mismo punto. El único lugar en el mundo, en el que encontrar en la oscura noche su camino de regreso a casa. Pero al final, no importa qué clase de aves sean, de donde vengan o a donde vayan. Todas esperan al gran Búho azul que las guíe de regreso a casa tras el final de otra noche de Madrid.

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